En el corazón de Ulm, una ciudad al sur de Alemania donde la comida española auténtica escasea, existía un restaurante con alma: El Galgo. Su cocina es impecable, su ambiente acogedor… pero nadie lo encontraba. Cuando comenzamos el proyecto, la pregunta era clara:

¿Cómo puede un restaurante con tanto que ofrecer, pasar desapercibido?

La respuesta estaba en su presencia digital, o mejor dicho, en su ausencia. No tenía una web funcional, ni una identidad acorde con su propuesta gastronómica. Quienes buscaban comida española en la zona simplemente no lo encontraban.

Decidimos cambiar eso.

Hablamos con el propietario, entendimos su visión y trazamos un plan. Investigamos el mercado, analizamos la competencia, y sobre todo, escuchamos al usuario: alguien que solo quería saber dónde comer buena comida española, lejos de casa.

Diseñamos desde cero: arquitectura web, posicionamiento SEO, wireframes centrados en la experiencia y, finalmente, un diseño visual alineado con la cultura y sofisticación del restaurante. Una interfaz clara, cercana y funcional, con reservas online y menú accesible desde cualquier dispositivo.

¿El resultado?

Una web que no solo refleja la esencia de El Galgo, sino que lo posiciona como el número uno de su categoría. Los clientes comenzaron a llegar desde más de 100 km a la redonda, incluyendo ciudades como Stuttgart, Múnich e incluso desde localidades suizas colindantes con Alemania, simplemente porque ahora sabían que El Galgo existía.